
Datos de la Organización Mundial de la Salud ya advirtió hace unos meses,durante la pandemia, que » el impacto psicológico del COVID-19 en la sociedad no debe ser ignorado» . Los efectos emocionales provocados por la actual situación sanitaria ya son notables.
Una de estas secuelas derivadas de la aparición del virus es la coronafobia (Este miedo irracional al COVID-19,el miedo a contraer el virus, ha provocado un aumento de la ansiedad y el estrés entre la población, lo que está generando un incremento de los casos de bruxismo, como definen los expertos, también ha originado otros problemas en nuestra salud bucodental.
En este nuevo artículo, explicaremos todos los detalles de este descubrimiento que tienen que estar atentos los profesionales dentistas.
¿Por qué la coronofobia provoca bruxismo?
Este trastorno se caracteriza por la alteración de los músculos mandibulares y de las estructuras adyacentes. El estrés es su principal causa, aunque hay que tener en cuenta otras patologías como una maloclusión, una asimetría esquelética, artritis, o trastorno degenerativo e inflamatorio de las articulaciones temporomandibulares.
«La ansiedad y el estrés, provocados por el miedo al Covid-19, hacen que muchas personas aprieten y rechinen los dientes de forma inconsciente, lo que puede llegar a provocar daños importantes en su dentición.
Igualmente, los cambios en la rutina habitual con el fomento del teletrabajo, pueden generar malas posturas que acaban afectando a la articulación temporomandibular (ATM) y ocasionar bruxismo. «Una mala postura durante el día puede provocar que apretemos los dientes mientras dormimos. Cuanto más relajado esté nuestro cuerpo, menos tensión tendremos en la mandíbula», es un argumento que comparten algunos profesionales.
Para averiguar el origen y el grado de gravedad de esta patología, es aconsejado acudir al dentista ante los primeros síntomas:
- Dolor de dientes, cabeza, cuello
- Dolor de oído (debido en parte a que las estructuras de la ATM están muy cerca del conducto auditivo externo)
- Molestias en los músculos de la cara
- Sensación de entumecimiento
- Desgaste dental
- Encías retraídas
- Sensibilidad dental
- Sensibilidad muscular, especialmente en la mañana
- Chasquidos al abrir o cerrar la boca
- Inflamación de encías
- Insomnio provocado por la tensión en la mandíbula
Otros síntomas del bruxismo abarcan:
- Ansiedad, estrés y tensión
- Depresión
- Insomnio
- Trastornos alimentarios
Esto no quiere decir que la persona que padece bruxismo tengan todos estos síntomas o que cause o no dolor. Los factores que influyen varían de una persona a otra. Por ejemplo:
- El nivel de estrés
- La fuerza y el tiempo dedicado a rechinar los dientes
- La alineación o malposición de los dientes
- La postura corporal
- La capacidad de relajarse
- La dieta
- Los hábitos al dormir
¿Cómo se trata el bruxismo?
El tratamiento más común para abordar el bruxismo es el uso de una férula de descarga para dormir, con el objetivo reposicionar los cóndilos y relajar los músculos de manera progresiva. Al mismo tiempo, disminuye la tendencia a apretar los dientes e impide que se desgasten.
Los analgésicos y los antiinflamatorios también disminuyen las molestias típicas de esta patología. La cirugía solo se recomienda en casos extremos. Asimismo, realizar ejercicios de corrección postural, seguir unos hábitos alimenticios saludables y practicar actividad física con frecuencia, ayudarán a reducir el estrés y evitar el bruxismo.
Estos son algunos de los diagnósticos y tratamientos que te recomendara tu dentista:
- Férulas dentales
- Rehabilitación protésica
- Ortodoncia
- Inyecciones de toxinas botulínica
- Técnicas de relajación y cambios de hábitos
- Tratamiento farmacológico
- Otros diagnósticos y tratamientos
En resumen, un correcto diagnóstico y tratamiento de estos pacientes puede suponer un gran reto para el dentista, el te recomendará el tratamiento más adecuado para tratarlo.
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